La depresión laboral se ha convertido en uno de los desafíos más importantes para las empresas. Por fortuna, poco a poco este tema va dejando de ser un tabú entre las personas, y cada vez se aborda con mucha más libertad y responsabilidad en todo tipo de lugares, especialmente el espacio de trabajo.
Y no es para menos, pues un empleo ocupa buena parte de nuestras vidas: pasamos horas y horas en la oficina, rodeados de compañeros de trabajo y sumergidos en proyectos emocionantes. Pero, ¿qué pasa cuando la depresión decide “unirse a un call” inesperadamente?
Es muy probable que la mayoría de los colaboradores no sepan cómo lidiar con este trastorno, lo que los lleva a hacerlo de forma silenciosa. Y es que la línea entre la depresión laboral y una mala racha de días en el trabajo llega a ser confusa e imperceptible.
Cuando la depresión laboral ataca a un colaborador, puede transmitir su estrés y negatividad a otros miembros del equipo, y esto a su vez generar un ambiente de trabajo poco saludable, tóxico y desmotivador.
Recuerda que el clima laboral es como una gran olla de sopa (¡deliciosa, por supuesto!). Basta con añadir un poco de mal humor o desánimo para cambiar el sabor completamente, ¿verdad?
De ahí la importancia de que, como experto en la gestión de personas, estés al tanto de todo aquello que pueda desencadenar la depresión laboral en tu espacio de trabajo. ¿Quieres saber cómo enfrentarlo y prevenirlo entre tus equipos? ¡Sigue leyendo!
La depresión laboral es más que solo tener un mal día en el trabajo. Es un estado persistente en el que las personas pueden sentirse apagadas, desmotivadas, tristes y con poca energía en su entorno.
La depresión laboral también puede ser un factor que perjudica las relaciones entre los colaboradores; pueden sentirse distantes, alejados de la conexión con su equipo y los objetivos de la organización. Las interacciones sociales pasan a ser un gran esfuerzo.
Al final del día, la depresión laboral termina por ser un ciclo desafiante: la tristeza puede conducir a una disminución en el rendimiento y la satisfacción, y esta a su vez empeorar el estado de ánimo en todo el ambiente de la oficina.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se estima que el 3.8% de la población mundial padece depresión, es decir, 280 millones de personas o lo equivalente a poco más del doble de la población de México.
Pero ¿Qué es lo que causa exactamente la depresión laboral? Estas podrían ser algunas razones:
Es importante señalar que la depresión laboral no es algo que simplemente desaparezca por sí sola. Al igual que cualquier problema de salud, necesita atención y muchísimo apoyo.
Reconocer y abordar la depresión laboral es esencial para recuperar el bienestar emocional de la organización y ayudar a que los colaboradores puedan disfrutar de su trabajo nuevamente.
Saber identificar las señales y síntomas de la depresión laboral no solo nos ayuda a cuidar de nuestros colaboradores, también es la clave principal para crear un ambiente más saludable y lleno de energía positiva.
Algunas de las señales y síntomas que pueden ayudarte a identificar la depresión laboral son:
Si persiste una constante falta de energía, como si las baterías de tus colaboradores estuvieran agotadas antes del mediodía, podría ser una señal de que la depresión laboral está pasando factura.
La depresión laboral no solo juega con la mente de las personas, ¡también puede afectar sus cuerpos! Si están lidiando con dolores y molestias inexplicables, como dolores de cabeza o tensiones musculares, podría ser una señal de que algo más profundo está sucediendo.
Los días parecen estar llenos de emociones como la tristeza, la frustración o incluso una sensación general de "blah"; es como si un montón de nubes grises hubieran decidido estacionarse sobre los lugares de cada uno.
¿Las personas se quedan mirando fijamente la pantalla de la computadora, tratando de recordar lo que estaban haciendo? La depresión laboral puede hacer de la concentración una misión imposible, como si sus mentes se hubieran convertido en nubes de algodón.
Algunos que solían ser el alma de la fiesta últimamente se encuentran evitando interacciones sociales o aislándose, como si estuvieran escondiéndose en una cueva; la depresión laboral podría ser la causa.
¿Notas que el apetito de las personas está en una constante montaña rusa? Las personas con depresión laboral pueden pasar de no tener ganas de comer en absoluto a querer devorar todo a la vista, jugando constantemente con sus hábitos alimenticios.
Recuerda que estas señales no son sellos definitivos de depresión laboral, pero si observas que algún colaborador coincide con varias de ellas, lo mejor es buscar y brindar apoyo cuanto antes.
Sin duda, la vida en la oficina puede tener sus altibajos, aunque eso no precisamente significa que las personas deban conformarse con días monótonos y sin brillo.
Por tanto, aquí te compartimos algunas estrategias ingeniosas y sencillas que pueden transformar tu entorno laboral en un auténtico espacio seguro de positividad y salud mental:
Lleva a cabo sesiones regulares de mindfulness o meditación para reducir el estrés y mejorar la concentración. Un facilitador o guía puede liderar la sesión, proporcionando instrucciones simples para enfocarse en la respiración, el cuerpo y el momento presente.
El 60% de los colaboradores considera que los compañeros son los que más contribuyen a su felicidad en el trabajo. Por tanto, organizar de vez en cuando breves pausas para tomar café juntos y compartir momentos fuera de la rutina laboral puede fortalecer los lazos y aumentar la camaradería.
Organizar sesiones regulares de escucha activa donde las personas puedan compartir sus pensamientos, preocupaciones y sugerencias de manera abierta y sin juicios. Estas sesiones pueden ayudar a crear un ambiente de confianza y proporcionar una vía para identificar posibles desafíos emocionales, incluida la depresión laboral.
Implementar un plan de beneficios flexibles que permita a los empleados elegir entre opciones como días de trabajo remoto, horarios flexibles o programas de bienestar físico y mental. Esto no solo demuestra que la empresa valora el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, sino que también ofrece herramientas para abordar el estrés y la presión laboral.
Ofrecer sesiones informativas y educativas sobre salud mental y bienestar emocional. Al proporcionar información precisa y desterrar los mitos, puedes fomentar un ambiente donde los empleados se sientan más cómodos al hablar sobre sus propias luchas emocionales, incluida la depresión laboral.
¿De qué formas combates el estrés laboral en tu compañía?¡ Comparte tus favoritas con la comunidad en la sección de comentarios!
Reconocer las señales y síntomas que podrían estar ocultos bajo la superficie de nuestra vida laboral, es quizás el reto más grande para tratar la depresión laboral. Sin embargo, lo más importante es hacer saber a los colaboradores que nunca están solos en esto, y que siempre hay formas de abordar este desafío.
Un lugar de trabajo donde cada miembro del equipo se siente apoyado, escuchado y valorado es menos propenso a padecer los estragos de la depresión laboral.
La felicidad hoy es más importante que nunca cuando se habla de trabajo. Cuando los colaboradores son felices y cuentan con un buen estado de ánimo, los resultados hablan por sí mismos.
Pero ¿cómo hacer de la oficina un lugar feliz de trabajo? Comienza por realizar encuestas de clima laboral para identificar factores y brinda reconocimiento al gran trabajo de tus equipos.
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