El desarrollo profesional abarca distintos aspectos que ayudan a los colaboradores a evolucionar en su trabajo. Entre ellos destacan las evaluaciones de desempeño, la retroalimentación, los planes de carrera y las oportunidades de capacitación. En este artículo, nos centraremos en el impacto de la formación continua.
En un entorno donde las habilidades laborales evolucionan constantemente, la formación continua es clave para la empleabilidad y el crecimiento de los colaboradores. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, el 50% de los trabajadores necesitarán reentrenamiento para 2025 debido a la automatización y digitalización del trabajo.
Si bien en muchas empresas es obligatoria, la capacitación también está ligada al interés de los colaboradores por mantenerse al día. De acuerdo con la encuesta Work in Progress 2025 de Buk, que recopiló información de más de 1,600 trabajadores en México, el 74% de los encuestados considera que son responsables de su propio crecimiento profesional. En contraste, un 18% no está de acuerdo con esta afirmación.
Uno de los caminos para asumir esta responsabilidad es la actualización constante. Los resultados muestran que un 77% de los colaboradores en México ha procurado mantenerse al día en su campo laboral durante los últimos tres meses.
Asimismo, el 83% de las personas que se consideran responsables de su crecimiento profesional afirman que han tomado acciones concretas para actualizar sus conocimientos en los últimos meses.
No obstante, las diferencias generacionales también juegan un papel clave. Entre los millennials y la generación X que se consideran responsables de su desarrollo profesional, 8 de cada 10 han trabajado en su actualización en los últimos tres meses.
En contraste, las generaciones Z y Baby Boomers presentan un mayor compromiso: 9 de cada 10 empleados en estos grupos han buscado capacitarse recientemente. Esto sugiere que tanto los colaboradores con mayor trayectoria como los más jóvenes son quienes muestran un mayor compromiso con la actualización de sus conocimientos y habilidades laborales y en su formación continua.
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Si bien el interés personal es un factor clave en el desarrollo profesional, también influye la disponibilidad de programas de capacitación dentro de las empresas. El 56% de los colaboradores en México ha completado al menos un curso impartido o financiado por su organización en el último año.
Sin embargo, un 33% de los empleados indica que no ha tenido acceso a estos programas porque su empresa no los ofrece. Esto representa una oportunidad para las organizaciones que buscan fortalecer el desarrollo de su talento.
Entre los colaboradores que han participado en programas de formación continua, 4 de cada 10 se han capacitado en liderazgo, trabajo en equipo y colaboración y habilidades técnicas específicas.
En general, los 4 temas donde más se capacitan los colaboradores son:
Estos datos reflejan que las empresas están apostando por fortalecer las "habilidades blandas" así como las tecnológicas para mantenerse a la vanguardia, aspecto que va en línea con el estudio de Tendencias de HR 2025 de Buk.
Los colaboradores que han participado en capacitaciones perciben un impacto positivo en su trabajo: el 68% afirma que las formaciones les ayudaron a actualizar sus habilidades.
Asimismo, un 41% reporta mejoras en la calidad de su desempeño, y el 40% indica que aumentó su productividad y eficiencia. Sin embargo, solo el 30% considera que la capacitación mejoró sus oportunidades de crecimiento dentro de la empresa.
Por otro lado, un 4% de los encuestados declara que no percibió ningún beneficio tras recibir capacitación, lo que sugiere que la formación por sí sola no garantiza mejores oportunidades de desarrollo profesional.
Los hallazgos destacan la importancia de fomentar una cultura organizacional que promueva la formación continua. Si bien la capacitación es un elemento esencial para el desarrollo del talento, debe integrarse en estrategias más amplias que incluyan planes de carrera, evaluaciones de desempeño y oportunidades de crecimiento interno.
En resumen, las empresas en México tienen la oportunidad de fortalecer sus programas de formación y desarrollo profesional para mejorar el rendimiento de sus colaboradores y aumentar su competitividad en el mercado laboral.