Síndrome de burnout: qué es y cómo prevenirlo en nuestros equipos

Una productividad más baja, agotamiento emocional y físico, falta de concentración, mayores faltas al trabajo, negatividad y un declive en la salud, son todos signos de burnout en el ambiente laboral. Un síndrome que se ha convertido en un problema dentro de las organizaciones, especialmente en tiempos estresantes.

Si te gustaría saber más sobre el síndrome de burnout, cuáles son sus síntomas, cómo tratarlo y qué hacer para prevenirlo ¡sigue leyendo!

Primero, ¿Qué es el síndrome de burnout?

La American Psychological Association (APA), define al burnout como un estado de “agotamiento físico, emocional o mental, acompañado de disminución de la motivación, bajo rendimiento y actitudes negativas hacia uno mismo y hacia los demás. Es el resultado de desempeñarse a un alto nivel hasta que el estrés y la tensión, especialmente por un esfuerzo físico o mental prolongado y extremo o una carga de trabajo abrumadora, cobran su precio.”

Es decir, es un estado de agotamiento que afecta nuestro funcionamiento en el día a día y se da a consecuencia de altos niveles de estrés y tensión. El burnout tiene diferentes formas de manifestarse, pero se caracteriza principalmente por el agotamiento, el cinismo y la ineficacia.

Síntomas del síndrome de burnout

El burnout puede afectar diferentes áreas de nuestra vida, y, si nos hacemos cargo de estos síntomas, pueden volverse crónicos con el tiempo. Algunos de los síntomas más comunes son:

• Agotamiento: Este es el componente principal del burnout. Se refiere a una profunda fatiga física, emocional y mental que interfiere con la capacidad de trabajar de manera efectiva. Algunos síntomas del agotamiento son sentir que no te puedes concentrar, sentirte agobiado por la rutina laboral y las actividades que solías disfrutar, y en general tener dificultades para comenzar el día laboral. Básicamente es sentir que no tienes energía para hacer nada: trabajar, practicar tus hobbies, compartir con los demás, etc.
• Cinismo: Se refiere a una distancia emocional con el trabajo, el involucrarte menos y darle una importancia menor a la que solías darle. En lugar de estar comprometido con los proyectos, clientes y colegas, sientes que ya no te importan, incluso tienes sentimientos negativos hacia ellos. También suele experimentarse como sentirse en “piloto automático”.
• Ineficacia: Se refiere a los sentimientos de bajo logro y productividad. Sientes que tienes menor capacidad de lo que solías tener y puedes sentir temor a no poder cumplir con ciertas tareas. Se da cuando ya no disfrutamos lo que hacemos, no nos sentimos motivados, o cuando estamos tan agotados que no podemos dar nuestro mayor esfuerzo. También puede darse cuando estamos en un trabajo donde no nos dan información, expectativas claras o el tiempo suficiente para hacer una tarea.
• Problemas de concentración: Tener problemas de procrastinación en la hora laboral pueden ser un síntoma de burnout, dificultad para concentrarse en una actividad en específico o tardar demasiado en una tarea que no conlleva mucho tiempo. También distraerse con facilidad de las actividades que realizas se puede deber a este agotamiento laboral.
• Problemas de salud física: Puedes presentar dolores digestivos, de cabeza, dolor muscular, insomnio y fatiga continua, es decir que se presente todos los días o incluso llegue a ser crónica.

Estos son algunos de los síntomas que puede tener una persona con este síndrome, sin embargo, veamos qué es lo que puede causar realmente que una persona caiga en este estado, y qué tocaría hacer para tratarlo.

Causas del síndrome de burnout

Existen distintos motivos por los que una persona puede llegar al burnout. Puede ser por características del lugar donde trabaja, las exigencias que tiene en su vida o el ambiente social donde se encuentra.

Algunas de las principales causas del burnout en el trabajo son:

• La sobrecarga laboral: Cuando los colaboradores tienen una pila interminable de tareas y no tienen suficiente tiempo en el día para completarlas, comienzan a sentirse estresados y agotados.
• La presión: Muchos colaboradores sienten la presión de desempeñarse, especialmente si están involucrados en proyectos de alta demanda. Esta presión puede acumularse con el tiempo, aumentando el riesgo de burnout.
• Los conflictos y ambigüedad en los roles: Algunos colaboradores sufren burnout debido a altos niveles de conflicto de roles, que ocurre cuando se les pide que completen tareas o alcancen objetivos que son incompatibles entre sí. Un alto nivel de ambigüedad o incertidumbre con respecto a los objetivos y tareas relacionados con el trabajo también contribuye al burnout.
• La falta de apoyo de los líderes: Los colaboradores merecen retroalimentación constructiva, equidad, transparencia y participación en la toma de decisiones. Cuando no reciben el apoyo que necesitan, su estrés puede volverse inmanejable.
• La desconexión de los valores personales y empresariales: Si un colaborador no se siente a gusto y alineado con los valores de la empresa, es más probable que el trabajo del día a día se sienta más pesado y sin sentido.
• La ruptura del contrato psicológico entre colaboradores y empresa: Un contrato psicológico es un conjunto de expectativas no escritas. Si los miembros del equipo sienten que un empleador no está cumpliendo ese contrato, es menos probable que permanezcan comprometidos.
• Otros factores de estrés externos: Los colaboradores son seres humanos con familias, metas personales y sueños para el futuro. Incluso si las cosas van bien en el trabajo, los factores de estrés externos, como cuidar a un familiar enfermo o preocuparse por facturas médicas, pueden llevar al burnout.

Cualquiera de estos factores por sí solos o en combinación puede llevar incluso a las mejores personas a retirarse de su trabajo. En el pasado, las empresas han tenido una actitud más pasiva acerca de cómo se sienten sus colaboradores pero ahora cada vez más se está priorizando crear una cultura laboral basada en el bienestar, transparencia y seguridad para todos. Ya que, no solo impacta la salud física y mental, sino que también incrementa la productividad, creatividad, y reduce la rotación y el ausentismo.

Tratamiento para el síndrome de burnout

Si sabes que hay colaboradores que tienen burnout o altos niveles de estrés, es importante que los motives a buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Además, también es necesario empezar a evaluar qué factores hicieron que desarrolle este síndrome.

Existen diferentes formas de abordar y tratar el síndrome de burnout, por eso, el tratamiento va a depender del caso específico Algunos de ellos son:

• Terapia psicológica: Se recomienda tomar terapia cognitivo-conductual (TCC), ya que ayuda a identificar qué está llevando a esa persona al burnout y qué puede hacer para cambiarlo. Además, en terapia podrá aprender diferentes herramientas y técnicas para manejar el estrés, establecer límites, priorizar, etc.
• Cambio de hábitos: Esto puede incluir un cambio en la forma de comer, dormir, actividad física que se realiza y en qué invierte su tiempo. Estar bien físicamente impacta en los niveles de energía, reduce el estrés y permite a las personas vivir más presentes y sentirse mejor.
• Medicación: En algunos casos si el especialista de la salud lo recomienda, deberá tomar medicamento para contrarrestar los síntomas del burnout. Sin embargo, es importante saber que el medicamento solo ayudará a manejar los síntomas pero no la causa de los mismos, por eso, es importante implementar cambios en el día a día.
• Aprender a priorizar: Es importante darse espacios para organizar la agenda, priorizar los pendientes y recordar que el trabajo no es la única área en la vida.
• Apoyo social: Usualmente los síntomas de burnout hacen que las personas se aíslen, por eso es importante que los seres queridos puedan estar ahí para esa persona, ofrecer su ayuda o realizar actividades que lo ayuden a sentirse mejor.

Consejos para cuidar a tus colaboradores de sufrir el síndrome de burnout

Es importante que los líderes sean conscientes de los riesgos del síndrome de burnout y tomen medidas para prevenirlo. Como por ejemplo:

• Fomentar un ambiente de trabajo saludable y equilibrado, incluyendo la promoción de la actividad física, pausas activas, flexibilidad de horarios o formas de trabajo, entre otros.
• Asegurarse de que las tareas y la carga de trabajo sean razonables y manejables. Hacer seguimiento a los equipos y líderes para ver cómo van lidiando con la carga laboral.
• Proporcionar apoyo emocional, charlas psicoeducativas, beneficios que priorizan la salud mental, recursos para el manejo del estrés, entre otros.
• Proporcionar oportunidades de desarrollo profesional y crecimiento.
• Fomentar una cultura de comunicación abierta y honesta.
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Consecuencias de no tratar este síndrome

El burnout puede traer distintas consecuencias a nuestra salud física y mental, por el estrés crónico en el que se encuentra nuestro cuerpo en ese estado. Estas son algunas de las muchas consecuencias que puede traer el síndrome de burnout:

• Problemas de salud mental, como depresión o ansiedad.
• Problemas físicos, como enfermedades cardíacas o problemas gastrointestinales.
• Problemas laborales, como ausentismo, disminución de productividad, mayor cantidad de errores o rotación de personal.
• Problemas personales, como problemas de relaciones o aislamiento social.

¿Cómo promueves el cuidado y el bienestar para prevenir el burnout entre tus colaboradores? ¿Crees que el apoyo psicológico es importante? Déjanos saber en los comentarios

El síndrome de burnout es una condición grave que puede tener consecuencias negativas en la salud y el bienestar de las personas que lo experimentan, así como en su rendimiento laboral. Por eso, es indispensable que los líderes y las organizaciones tomen medidas para prevenir y tratar el síndrome de burnout en sus colaboradores, en caso de que no sea así puedes acudir con una psicóloga o psicólogo para atenderte. Si conoces a alguien que está pasando por esto o sufre altos niveles de estrés es importante acercarlos a un profesional de la salud mental.

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